jueves, 23 de julio de 2009

Porque también hay días para los amigos...


Esta semana se celebró el Día de los Amigos... Es curioso observar la necesidad de marcar en el calendario las fechas importantes, porque si no, de tan importantes que son, a uno se le olvidan...

Un brindis... ¡Salud! (Va por los amigos).

miércoles, 20 de mayo de 2009

Tiempo sin Tiempo


Preciso tiempo necesito ese tiempo
que otros dejan abandonado
porque les sobra o ya no saben
que hacer con él
tiempo
en blanco
en rojo
en verde
hasta en castaño oscuro
no me importa el color
cándido tiempo
que yo no puedo abrir
y cerrar
como una puerta

tiempo para mirar un árbol un farol
para andar por el filo del descanso
para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida
y para darme cuenta
y para darme cuerda
preciso tiempo el necesario para
chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo

tiempo para esconderme
en el canto de un gallo
y para reaparecer
en un relincho
y para estar al día
para estar a la noche
tiempo sin recato y sin reloj

vale decir preciso
o sea necesito
digamos me hace falta
tiempo sin tiempo.

Mario Benedetti

lunes, 18 de mayo de 2009

Cuando se muere un poeta

"La vida es una máquina para la que no hay respuestas ni repuestos", reza uno de los últimos versos de Mario Benedetti.
Si se muere el mendigo, otros buscarán mañana en la misma papelera que su compañero de aventuras; si se muere el conductor, otro me llevará mañana al trabajo; si se muere el presidente, otro será elegido y nadie sabrá en dónde se quedaron las promesas de cambio; si se muere el marinero, tal vez el mar sienta una cierta añoranza, pero, ¿y cuando se muere el poeta? Nunca van a ser escritos versos con la rima de ayer. Puede ser otra diferente, pero no la que el ferviente lector espera.

Pero leo hoy las palabras del amigo de Mario Benedetti, cuya arma de guerra son también las palabras: "el dolor se dice callando", afirma. Profundo ejercicio de dolor para el escritor.

REFLEXIÓN: Gracias, autor de Los Pocillos. Al fin y al cabo, el ser humano solo percibe lo que quiere ver...

Los pocillos eran seis: dos rojos, dos negros, dos verdes, y además importados, irrompibles, modernos. Habían llegado como regalo de Enriqueta, en el último cumpleaños de Mariana, y desde ese día el comentario de cajón había sido que podía combinarse la taza de un color con el platillo de otro. "Negro con rojo queda fenomenal", había sido el consejo estético de Enriqueta. Pero Mariana, en un discreto rasgo de independencia, había decidido que cada pocillo sería usado con su plato del mismo color.

"El café ya está pronto. ¿Lo sirvo?", preguntó Mariana. La voz se dirigía al marido, pero los ojos estaban fijos en el cuñado. Este parpadeó y no dijo nada, pero José Claudio contestó: "Todavía no. Esperá un ratito. Antes quiero fumar un cigarrillo." Ahora sí ella miró a José Claudio y pensó, por milésima vez, que aquellos ojos no parecían de ciego.

La mano de José Claudio empezó a moverse, tanteando el sofá. "¿Qué buscás?", preguntó ella. "El encendedor." "A tu derecha." La mano corrigió el rumbo y halló el encendedor. Con ese temblor que da el continuado afán de búsqueda, el pulgar hizo girar varias veces la ruedita, pero la llama no apareció. A una distancia ya calculada, la mano izquierda trataba infructuosamente de registrar la aparición del calor. Entonces Alberto encendió un fósforo y vino en su ayuda. "¿Por qué no lo tirás?" dijo, con una sonrisa que, como toda sonrisa para ciegos, impregnaba también las modulaciones de la voz. "No lo tiro porque le tengo cariño. Es un regalo de Mariana."

Ella abrió apenas la boca y recorrió el labio inferior con la punta de la lengua. Un modo como cualquier otro de empezar a recordar. Fue en marzo de 1953, cuando él cumplió 35 años y todavía veía. Habían almorzado en casa de los padres de José Claudio, en Punta Gorda, habían comido arroz con mejillones, y después se habían ido a caminar por la playa. El le había pasado un brazo por los hombros y ella se había sentido protegida, probablemente feliz o algo semejante. Habían regresado al apartamento y él la había besado lentamente, morosamente, como besaba antes. Habían inaugurado el encendedor con un cigarrillo que fumaron a medias. Ahora el encendedor ya no servía. Ella tenía poca confianza en los conglomerados simbólicos, pero, después de todo, ¿qué servía aún de aquella época?

"Este mes tampoco fuiste al médico", dijo Alberto.

"No."

"¿Querés que te sea sincero?"

"Claro."

"Me parece una idiotez de tu parte."

"¿Y para qué voy a ir? ¿Para oirle decir que tengo una salud de roble, que mi hígado funciona admirablemente, que mi corazón golpea con el ritmo debido, que mis intestinos son una maravilla? ¿Para eso querés que vaya? Estoy podrido de mi notable salud sin ojos."

La época anterior a la ceguera, José Claudio nunca había sido especialista en la exteriorización de sus emociones, pero Mariana no se ha olvidado de cómo era ese rostro antes de adquirir esta tensión, este resentimiento. Su matrimonio había tenido buenos momentos, eso no podía ni quería ocultarlo. Pero cuando estalló el infortunio, él se había negado a valorar su amparo, a refugiarse en ella. Todo su orgullo se concentró en un silencio terrible, testarudo, un silencio que seguía siendo tal, aún cuando se rodeara de palabras. José Claudio había dejado de hablar de sí.

"De todos modos debería ir", apoyó Mariana. "Acordate de lo que siempre te decía Menéndez."

"Cómo no, que me acuerdo: Para Usted No Está Todo Perdido. Ah, y otra frase famosa: La Ciencia No Cree en Milagros.

Yo tampoco creo en milagros." "¿Y por qué no aferrarte a una esperanza? Es humano."

"¿De veras?" Habló por el costado del cigarrillo.

Se había escondido en sí mismo. Pero Mariana no estaba hecha para asistir, simplemente para asistir, a un reconcentrado. Mariana reclamaba otra cosa. Una mujercita para ser exigida con mucho tacto, eso era. Con todo, había bastante margen para esa exigencia; ella era dúctil. Toda una calamidad que él no pudiese ver; pero esa no era la peor desgracia. La peor desgracia era que estuviese dispuesto a evitar, por todos los medios a su alcance, la ayuda de Mariana. El menospreciaba su protección. Y Mariana hubiera querido -sinceramente, cariñosamente, piadosamente- protegerlo.

Bueno, eso era antes; ahora no. El cambio se había operado con lentitud. Primero fue un decaimiento de la ternura. El cuidado, la atención, el apoyo, que desde el comienzo estuvieron rodeados de un halo constante de cariño, ahora se habían vuelto mecánicos. Ella seguía siendo eficiente, de eso no cabía duda, pero no disfrutaba manteniéndose solícita. Después fue un temor horrible frente a la posibilidad de una discusión cualquiera. El estaba agresivo, dispuesto siempre a herir, a decir lo más duro, a establecer su crueldad sin posible retroceso. Era increíble cómo hallaba a menudo, aún en las ocasiones menos propicias, la injuria refinadamente certera, la palabra que llegaba hasta el fondo, el comentario que marcaba a fuego. Y siempre desde lejos, desde muy atrás de su ceguera, como si ésta oficiara de muro de contención para el incómodo estupor de los otros.

Alberto se levantó del sofá y se acercó al ventanal.

"Que otoño desgraciado", dijo, "¿Te fijaste?" La pregunta era para ella.

"No", respondió José Claudio. "Fijate vos por mí."

Alberto la miró. Durante el silencio, se sonrieron. Al margen de José Claudio, y sin embargo, apropósito de él. De pronto Mariana supo que se había puesto linda. Siempre que miraba a Alberto se ponía linda. El se lo había dicho por primera vez la noche del 23 de abril del año pasado, hacía exactamente un año y ocho días: una noche en que José Claudio le había gritado cosas muy feas, y ella había llorado, desalentada, torpemente triste, durante horas y horas, es decir, hasta que había encontrado el hombro de Alberto y se había sentido comprendida y segura. ¿De dónde extraería Alberto esa capacidad para entender a la gente? Ella estaba con él, o simplemente lo miraba, y sabía de inmediato que él la estaba sacando del apuro. "Gracias", había dicho entonces. Y todavía ahora la palabra llegaba a sus labios directamente desde su corazón, sin razonamientos intermediarios, sin usura. Su amor hacia Alberto había sido en sus comienzos gratitud, pero eso (que ella veía con toda nitidez) no alcanzaba a depreciarlo. Para ella, querer había sido siempre un poco agradecer y otro poco provocar la gratitud. A José Claudio, en los buenos tiempos, le había agradecido que él, tan brillante, tan lúcido, tan sagaz, se hubiera fijado en ella, tan insignificante. Había fallado en lo otro, en eso de provocar la gratitud, y había fallado tan luego en la ocasión más absurdamente favorable, es decir, cuando él parecía necesitarla más.

A Alberto, en cambio, le agradecía el impulso inicial, la generosidad de ese primer socorro que la había salvado de su propio caos, y, sobre todo, ayudado a ser fuerte. Por su parte, ella había provocado su gratitud, claro que sí. Porque Alberto era un alma tranquila, un respetuoso de su hermano, un fanático del equilibrio, pero también, y en definitiva, un solitario. Durante años y años, Alberto y ella habían mantenido una relación superficialmente cariñosa, que se detenía con espontánea discreción en los umbrales del tuteo y sólo en contadas ocasiones dejaba entrever una solidaridad algo más profunda. Acaso Alberto envidiara un poco la aparente felicidad de su hermano, la buena suerte de haber dado con una mujer que él consideraba encantadora. En realidad, no hacía mucho que Mariana había obtenido a confesión de que la imperturbable soltería de Alberto se debía a que toda posible candidata era sometida a una imaginaria y desventajosa comparación.

"Y ayer estuvo Trelles", estaba diciendo José Claudio, "a hacerme la clásica visita adulona que el personal de la fábrica me consagra una vez por trimestre. Me imagino que lo echarán a la suerte y el que pierde se embroma y viene a verme."

"También puede ser que te aprecien", dijo Alberto, "que conserven un buen recuerdo del tiempo en que los dirigías, que realmente estén preocupados por tu salud. No siempre la gente es tan miserable como te parece de un tiempo a esta parte."

"Qué bien. Todos los días se aprende algo nuevo." La sonrisa fue acompañada de un breve resoplido, destinado a inscribirse en otro nivel de ironía.

Cuando Mariana había recurrido a Alberto en busca de protección, de consejo, de cariño, había tenido de inmediato la certidumbre de que a su vez estaba protegiendo a su protector, de que él se hallaba tan necesitado de amparo como ella misma, de que allí, todavía tensa de escrúpulos y quizás de pudor, había una razonable desesperación de la que ella comenzó a sentirse responsable. Por eso, justamente, había provocado su gratitud, por no decírselo con todas las letras, por simplemente dejar que él la envolviera en su ternura acumulada de tanto tiempo atrás, por sólo permitir que él ajustara a la imprevista realidad aquellas imágenes de ella misma que había hecho transcurrir, sin hacerse ilusiones, por el desfiladero de sus melancólicos insomnios. Pero la gratitud pronto fue desbordada. Como si todo hubiera estado dispuesto para la mutua revelación, como si sólo hubiera faltado que se miraran a los ojos para confrontar y compensar sus afanes, a los pocos días lo más importante estuvo dicho y los encuentros furtivos menudearon. Mariana sintió de pronto que su corazón se había ensanchado y que el mundo era nada más que eso: Alberto y ella.

"Ahora sí podés calentar el café", dijo José Claudio, y Mariana se inclinó sobre la mesita ratona para encender el mecherito. Por un momento se distrajo contemplando los pocillos. Sólo había traído tres, uno de cada color. Le gustaba verlos así, formando un triángulo.

Después se echó hacia atrás en el sofá y su nuca encontró lo que esperaba: la mano cálida de Alberto, ya ahuecada para recibirla. Qué delicia, Dios mío. La mano empezó a moverse suavemente y los dedos largos, afilados, se introdujeron por entre el pelo. La primera vez que Alberto se había animado a hacerlo, Mariana se había sentido terriblemente inquieta, con los músculos anudados en una dolorosa contracción que le había impedido disfrutar de la caricia. Ahora no. Ahora estaba tranquila y podía disfrutar. Le parecía que la ceguera de José Claudio era una especie de protección divina.

Sentado frente a ellos, José Claudio respiraba normalmente, casi con beatitud. Con el tiempo, la caricia de Alberto se había convertido en una especie de rito y, ahora mismo, Mariana estaba en condiciones de aguardar el movimiento próximo y previsto. Como todas las tardes, la mano acarició el pescuezo, rozó apenas la oreja derecha, recorrió lentamente la mejilla y el mentón. Finalmente se detuvo sobre los labios entreabiertos. Entonces ella, como todas las tardes, besó silenciosamente aquella palma y cerró por un instante los ojos. Cuando los abrió, el rostro de José Claudio era el mismo. Ajeno, reservado, distante. Para ella, sin embargo, ese momento incluía siempre un poco de temor. Un temor que no tenía razón de ser, ya que en el ejercicio de esa caricia púdica, riesgosa, insolente, ambos habían llegado a una técnica tan perfecta como silenciosa.

"No lo dejes hervir", dijo José Claudio.

La mano de Alberto se retiró y Mariana volvió a inclinarse sobre la mesita. Retiró el mechero, apagó la llamita con la tapa de vidrio, llenó los pocillos directamente desde la cafetera.

Todos los días cambiaba la distribución de los colores. Hoy sería el verde para José Claudio, el negro para Alberto, el rojo para ella. Tomó el pocillo verde para alcanzárselo a su marido, pero antes de dejarlo en sus manos, se encontró con la extraña, apretada sonrisa. Se encontró además, con unas palabras que sonaban más o menos así: "No, querida. Hoy quiero tomar en el pocillo rojo."

Los Pocillos, Mario Benedetti

sábado, 9 de mayo de 2009

Jazz

No sólo de samba y axé vive el hombre en São Paulo. Existe un lugar místico. Mesas de madera maciza que incitan a asistir el momento a dos.
La forma del nombre del género musical osciló los primeros años entre jaz, jas, jass, jasz o jascz, y, según Walter Kingsley, colaborador del New York Sun, "el término es de origen africano, común en la Costa del Oro africana y en las tierras del interior". No obstante, puede que fuese un término originario del vodevil, o incluso del mundo árabe. Varios autores han subrayado también su relación con el acto sexual en el argot norteamericano.

REFLEXIÓN: Noche de frío en São Paulo. Y no todo va a ser samba.

sábado, 18 de abril de 2009

Banheiros

Muitas são as diferenças nas noites de um e do outro lado do oceano. Ambas são escuras, às vezes até da para ver a lua, mas quando falamos em divertimento, as sociedades se tornam individuais, singulares, autênticas. 
Mas me surprende de maneira significativa aquela mulher que incansávelmente limpa o banheiro da boate no Brasil, enquanto uma maré de jovens produzidas lava as mãos, retoca a maquiagem e fala da estratégia para conquistar o menino que fica perto da barra. Naquele lugar de encontros casuais dá vontade de conversar... Espaço limpo, enfeites agradáveis, papeis diferentes para a privada e para enxugar as mãos. 
Do outro lado do oceano, já é diferente. Nem pensar em permanecer mais de cinco minutos no espaço. O melhor, sem dúvida, é acostumar a bexiga a não incomodar fora de casa. O espaço e a ausência de elementos básicos fazem com que qualquer pedaço de papel se torne um tesouro nos banheiros públicos.

REFLEXIÓN: Profissões inspiradores em épocas de crise...

lunes, 6 de abril de 2009

O ensino

"O professor disserta sobre ponto difícil do programa.
Um aluno dorme,
Cansado das canseiras desta vida.
O professor vai sacudí-lo?
Vai repreendê-lo?
Não.
O professor baixa a voz,
Com medo de acordá-lo".

Carlos Drummond de Andrade

domingo, 5 de abril de 2009

Mia e Ana

Aquela reportagem no jornal de pensamento liberal me fez refletir... Falava de um mundo de princesas e do esforço que para muitas meninas e adolescentes representa atingir esse grau de realeza irreal.
Candela, a minha afilhada, sonha que é uma princesa quando se fantasia com as roupinhas rosas e douradas escondidas no baú de seu quarto. Mas ela somente se sente princesa completa quando coloca as sandalinhas de salto alto que fazem barulho no corredor de madeira.
Então me arrepio ao ler as palavras do escritor falando das princesas do mundo de Ana e Mia: princesas de um mundo irreal em que o poder reside nos quilos a menos, na autodestruição de corpos ainda em crescimento...
Ana: Anorexia - Mia: Bulimia
Pesquiso então alguns blogs que são citados na matéria. Muitas meninas pedem conselhos, dicas de como perder mais calorias, de como vomitar sem ninguém perceber. Definições de dietas malucas, cujo único objetivo é não comer.
Uma jovem na Argentina coloca uma pesquisa em seu blog: Quais os ossos que você gosta mais que apareçam em seu corpo? E as pessoas votam, e são milhares os seguidores...
Que medo dessa nova definição de princesa...
A priori, as modas e o novo padrão de beleza do mundo ocidental tornam a doença muito mais comum na Europa. Mas o que parecem ser simplesmente doenças culturais, com uma forte influença dos modelos sociais, da mídia e das estruturas familiares, também têm muito a ver com o grau de exigência de milhares de jovens que também fazem parte deste mundo com uma população com um alto grau de depressão e outras doenças psicológicas inexistentes algumas décadas atrás.
Tenho medo de que o sonho das princesas fuja do mundo rosa, de castelos, de príncipes encantados...

sábado, 4 de abril de 2009

Lecturas de autobús

Siempre oí decir que lo importante es leer. Por eso, cuando hablamos de libros, lo relevante es el continente, y no el contenido... Interesante creencia general.
El sistema de transporte público de São Paulo no se caracteriza por su diferenciada calidad, comodidad o puntualidad. Existe y lo usan los que no tienen otra opción, digamos. A diferencia de otras metrópolis (principalmente europeas) en las que las personas prefieren optar por la locomoción compartida a la individual (evitando atascos, búsquedas de opciones para aparcar, gastos extras), en São Paulo la mayor parte de la población opta (cuando las circunstancias lo permiten) por la opción individual: me cojo mi coche con cinco plazas yo solo, contribuyo con los atascos record y con la polución, me rompo la cabeza para encontrar aparcamiento y llego un poco más estresado al trabajo... ¿Qué mejor?.

Observo a los que se deciden por el autobús. Todavía al amanecer, el olor del joven no es precisamente de recién duchado, pero el vecino del asiento de al lado, lo soporta. Parece que el sueño es más fuerte que él. Muchas personas duermen; unas pocas observan por la ventana; otros escuchan música; los menos, leen.
Las lecturas de autobús, o de metro, siempre llaman la atención del curioso del asiento contiguo.
Observo con más detalle. En São Paulo, las muchas religiones preocupadas con su salud económica deberían de empezar a estudiar la posibilidad de hacer campañas de marketing dentro del autobús. El que no lee la Biblia, lee Deus o Mundo Amou, O Amanhã a Deus Pertence o A Poderosa Voz de Deus.

REFLEXIÓN: ¿Ya pensaron en ir al trabajo con un predicador de la doctrina evangélica de fondo? Podría desencadenar la rebelión de las masas...

sábado, 28 de marzo de 2009

Deseos

"El rey Midas creció obsesionado por las riquezas. Por ello, cuando Dionisio (Baco) le ofreció un deseo por haber ayudado a Sileno, su compañero sátiro y borracho, Midas pidió que todo lo que tocase se convirtiese en oro.
Todo fue bien hasta que sintió hambre. Cuando le llevaron comida, ésta también se convirtió en oro...".

En épocas de crisis, el valor de las cosas se relativiza, o, mejor dicho, se revaloriza. Pero comenta el filósofo-economista que el oro no es riqueza, que riqueza es el trigo... Nos deja pensativos.

jueves, 26 de marzo de 2009

Etnología de América del Sur

El libro que lo delataba como principiante en el idioma alemán estaba hoy sobre la mesa de mi compañero... Yo también quiero aprender esa lengua. No sé si en este caso prima la voluntad propia o el deseo de otros proyectado en mí y convertido, en el fondo, en mi deseo...
Pensé entonces en el esperanto. Me acuerdo cuando mi madre, didáctica, me contaba que el esperanto era una lengua universal... "¡Caray!", pensaba. "Una lengua que coloque a todo el mundo en el mismo universo de entendimiento".
El esperanto es una lengua auxiliar artificial creada por el médico polaco L. L. Zamenhof en 1887, como resultado de una década de trabajo, con la esperanza (tal vez) de que se convirtiera un día en el idioma auxiliar internacional. El vocabulario se extrajo de muchos idiomas.

REFLEXIÓN: Pienso... Con la unicidad en el idioma, ¿qué papel asumirían los poetas?

Aulas de espanhol

As vontades não residem em uma classe social determinada: vontades de saber mais, de evoluir, de conhecer mais mundo, também podem estar por trás do balcão da entrada do prédio.

Cheguei em casa. Como todos os dias, a porta do edifício abriu. Eu, olhei:
- Boa noite...
- Boa noite, María... Posso te fazer uma pergunta?
- Claro! - nem duvidei.
- "Para mim aprender espanhol", o que posso fazer...? Começar a estudar ou..?
Na minha cara, apareceu um sorriso.
- Ouvir música, assistir filmes e ler.

Post dedicado aos eternos inconformados e amantes do idioma da letra Ñ.

domingo, 22 de marzo de 2009

Perseguição da beleza

Sempre penso na eterna lenda que um dia inventei, aquela que fala que homens gostam de beleza; mulheres, de poder.

Beleza...? O que é beleza...? Vamos atrás dela. Ela vem atrás de nós.

"Há quem persiga o poder, o dinheiro, a fama. Eu persigo a beleza. Não é uma escolha. É uma condenação. Sem beleza faleço. É um trabalho difícil, muitas vezes doloroso, cheio de revezes. Já passei dias e dias com as mãos na garganta apavorado que ela não volte a visitar-me. É difícil dizer o que é aquela poderosa presente ausência que nos oprime e agarra. Nunca está onde está, mas sempre um pouco mais longe, noutro sítio. Não são cores, imagens, sons, nem sequer a suave pele de uma mulher que me encantam. É o que está para além disso e que isso chama. A beleza corre o permanente perigo de a qualquer momento se desfazer em nada. É, na verdade, por completo insustentável. Não se pode medir, calcular, torná-la obedientemente exacta. É impossível provar que existe. Daí a urgência, o coração a bater na boca. A perseguição da beleza é uma corrida de obstáculos sem meta de chegada. Basta o som de uma voz para rasgar futuros. Basta uma fotografia de uma mala fechada sobre uma cama para abrir horizontes. Todos os cuidados são insuficientes. É um trabalho longo preenchido de mistérios. Se se procura controlar, escapa. Se se procura guardar, esvai-se entre os dedos. Tem de ser roubada com toda a rapidez e mantida no movimento que é só dela. Se se tenta parar, fixar, já não vale a pena. O dinheiro tem certamente as suas vantagens. Uma das poucas coisas que serve para várias. E a beleza não serve de nada. Atrapalha. Provoca desastres nas famílias, intoxica-nos até ao desmaio, não poupa nada. Devia ser proibida. É um escândalo no meio do mundo. É a causa do espantoso medo que é perdê-la. Não escolhi ser quem sou, este vício de que sou escravo. O que mais importa ninguém escolhe. Já tentei ser tantos para escapar de mim, para me desviar desta vida que me deram. E depois vem a beleza. Surpreendente ao virar de uma esquina. Um desejo marcado no ponto de encontro do aeroporto onde ficaremos para sempre abraçados. A tomar duche à minha frente. A irromper do nada. A primeira coisa que um qualquer fanatismo sabe que tem a fazer é demolir com a beleza. Com todo o direito, de todas as maneiras. A beleza semeia a desordem nas almas e nos corpos que anima. A beleza alimenta-se de uma liberdade particularmente virulenta. É impertinente. Não conhece regras. Vive da vida e de mais nada".

Pedro Paixão

Visiones de sábado en la gran metrópolis

- En la peluquería, la niña entró para vender trapos de cocina. Presumida en su mundo, se miró en el espejo con vanidad.
- La mujer sentada debajo de los andamios, allí estaba, un sábado más, pidiendo monedas con cara de incredulidad y un caqui chocolate mordido a su lado.
- El padre fotografiaba con su móvil de última generación al guerrero con su pistola de globo azul.
- En cuanto cayeron unas gotas de lluvia, los vendedores de paraguas surgieron con tentadoras ofertas para los que fueron poco previsores.
- La joven embarazada compraba sujetadores para amamantar a su futuro hijo. A su lado, el hombre maduro vestía vaqueros joviales para acompañar su partenidad atemporal.
- Mientras unos todavía desayunaban con la ropa del día anterior, otros ya tomaban cerveza.
- La ley del comercio determinó que ya empezó la pascua, aunque el calendario indique que aún falta más de un mes.
- El joven, feliz con su ropa nueva, bailaba con la música disco en la tienda de ropa importada.
- Una tribu de adolescentes hacían notar su presencia de seguidores del grupo mexicano del momento.
- La mujer, ya en sus cuarenta, quiso las uñas de sus manos de color negro, porque ya había planeado usar camisas blancas los próximos días.
- Unos iban; otros venían; el resto, no sabía la dirección que seguir.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Ensayo sobre la ceguera

LLueve en São Paulo. La ciudad, en estado de shock. Las visiones y pensamientos me remiten a la cruda historia de José Saramago, que describe, de forma magistral, el comportamiento humano en las condiciones más extremas. ¿En dónde reside la duda? En la seguridad con la que nos referimos a la civilización del humano.

En el libro, una extraña enfermedad azota la población. Se trata de una ceguera blanca que se expande de manera fulminante dejando a los enfermos viviendo en un mar de blancura infinito. La plaga se extiende sin compasión, dejando las calles repletas de ciegos que deben recurrir a sus más primitivos instintos humanos para poder sobrevivir en un mundo sin ojos en donde reina el caos y el desorden.

La lluvia, tan natural como previsible (si evaluamos la naturaleza del medio en el que vivimos), deja una ciudad de millones de habitantes completamente paralizada, en situación de pánico por lo que pueda pasar. ¿Y si no logramos regresar a casa?, ¿y si me atracan en la fila de coches kilométrica?, ¿y si lo perdemos todo?...

REFLEXIÓN: Escucho atenta la conversación del café. El marido le dice al amigo:
- En estos casos, no cabe duda, de que el coche blindado es la solución, sobre todo para las mujeres que conducen solas...

Su miedo residía en el supuesto atraco... ¡Manos arriba!

viernes, 13 de marzo de 2009

Não-Me-Toque

Existen peculiaridades onomásticas, toponímicas que, cuando aparecen en conversación, no pasan desapercibidas. Ya nos hemos referido en más de una ocasión a los innúmeros nombres curiosos de las estirpes brasileñas, a las que les gusta innovar en relación a los nombres propios de los nuevos miembros.
Hoy descubro que existe en el sur de Brasil, concretamente en el estado de Rio Grande do Sul, un municipio de aproximadamente 15.000 habitantes que tiene por nombre Não-Me-Toque (No Me Toque, para los más escépticos).
Con permiso de los conterráneos, imagino el diálogo de la pareja de jóvenes:

- Amanhã posso te ver?
- Não sei se vai dar... Vou viajar para a casa dos meus pais.
- Eu te ligo desde Não-Me-Toque.
- O que? Que não posso te tocar?
- Não... Toque sim, mas estarei lá... em Não-Me-Toque.

E a menina ficou pensando em como seriam aquelas mãos...

miércoles, 11 de marzo de 2009

Drive in (os ícones de relação)

Adolescentes (e não tanto) no mundo inteiro reforçam seu engenho, quando o assunto é a descoberta corporal, sexual, as aproximações copulativas.
A sociedade brasileira (e alguns empresários capitalistas com ampla visão de mercado) ofereceram a solução ideal para aqueles que não têm muitos recursos, porém uma vontade máxima de continuar.
Fontes oficiais relatam que chegas de carro, te indicam o teu espaço físico para estacionar, ganhas um copo de refrigerante de litro e... o demais fica por tua conta.

REFLEXIÓN: Não pode deixar atrás o parceiro...

domingo, 8 de marzo de 2009

Retratos de la India

Parece que la India está de moda.
No son pocos los que proponen exóticos viajes de vacaciones al país de Mahatma Gandhi, en una incesante búsqueda espiritual proveniente del occidente capitalista, en un viaje de aventura o en un paquete de la agencia de la esquina que te propone empezar a pagar ahora y acabar dentro de un año y medio (y te convence).
La pantalla doméstica hace que medio país brasileño se pare puntualmente en el mismo horario, todos los días de la semana, para ver boquiabiertos todos los sinsabores y las dichas de los actores que, en una superproducción de uno de los canales más influyentes, se visten con túnicas de seda y ojos en el medio de la frente para interpretar a una supuesta sociedad hindú ociosa, rica, ostentosa.
Pero la gran pantalla desmistifica hoy esa imagen del segundo país más poblado de la Tierra. ¿Quién quiere ser millonario? retrata una sociedad miserable y relativamente conformista, que dista muchos de los lujos de palacio que contextualizan los amores y desamores de la novela de la tarde.

REFLEXIÓN: Y para el que la cultura es la televisión... ¿qué realidad asume como real?

martes, 3 de marzo de 2009

Cursus Publicus

Llego a casa y abro la puerta. Hay sobres en el suelo.
Con permiso de Bill Gates, el sistema de correos se merece una posición de destaque en el mundo de las comunicaciones.
Escribe el joven, en pleno campo de batalla, la carta más sincera y deseada del mundo y se la manda a la joven que espera. Ahora, las máquinas lo hacen por nosotros (y nos dan listo hasta el mensaje, para ser más auténticos).
Los primeros usos documentados de un sistema de correo organizado provienen de Egipto, donde los faraones utilizaban mensajeros para la difusión de sus decretos en el territorio del estado (2400 a. C.).
Y no hay ordenador que pueda con una palabra de puño y letra.

REFLEXIÓN: Recibo una postal que lleva por título: ¿Quién envía tarjetas postales hoy en día?... Me lleva a reflexionar. Gracias, autora.

sábado, 28 de febrero de 2009

Memoria de mis putas (tristes)

"Gracias a ella me enfrenté por vez primera con mi ser natural mientras transcurrían mis noventa años. Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuán poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodíaco".

Memoria de mis Putas Tristes. Gabriel García Márquez.

REFLEXIÓN: Léase de nuevo.

jueves, 26 de febrero de 2009

Sueldo mínimo vs sueldo ético



Tengo hambre. Quiero café. Ellas ya saben mis preferencias. El lugar no parece convidativo al trabajo. Les pregunto si les gusta lo que hacen. Se miran incrédulas y escépticas. Directamente, sin reparos, me provocan para que adivine su sueldo.
- 1ooo, respondo.
- 320, corrigen.
Y ambas se rien.

REFLEXIÓN: Fuentes oficiales aseguran que 415 reales es el salario mínimo en territorio brasileño.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Reflexões no transito


Não são poucos os que fazem do carro um territorio onde compartilhar as idéias próprias. Tem o paulistano que faz questão de mostrar suas vontades mais autênticas (reivindicativas ou, simplesmente, informativas).
Perto do vidro, escreve:

"Gostaria de ser pobre um dia, porque ser todo dia é foda".

martes, 24 de febrero de 2009

Martes de carnaval en Brasil

La vida es cíclica... Los años son cíclicos... Las fiestas son cíclicas... Las emociones (supongo), también lo son.
El martes de carnaval supondrá para muchos un ver hacia atrás acompañado de un suspiro profundo... Y una espera por el próximo.

"La musa es una sola musa
o es una serpiente de muchas cabezas,
los buscadores de promesas,
la tientan con cerveza,
si se va puede volver,
el día menos pensado,
para darle su consuelo,
al poeta mal hablado.
No son mujeres ausentes,
no son cuchillos en los dientes,
no son martes de carnaval de Brasil,
no son canciones urgentes,
no son asuntos pendientes,
no son martes de carnaval de Brasil,
(tristeza não tem fim).
Habrá que desenvainar las espadas del texto,
y escribir una canción
aunque no haya algún pretexto,
y dedicársela al primero que pase caminando,
al que se quedó pensando,
al que no quiere pensar,
al olvido selectivo,
a la memoria perdida,
a los de los pedazos de vida que no vamos a perder... jamás.
No son mujeres ausentes,
no son cuchillos en los dientes,
no son martes de carnaval de Brasil,
no son canciones urgentes,
no son asuntos pendientes,
no son martes de carnaval de Brasil".
Andrés Calamaro

lunes, 23 de febrero de 2009

Impérios que são campos

Esses dias, depois de ter lido a respeito da origem do carnaval, fiquei pensando no império romano, nas grandes festas, na época vitoriosa em que cada passo para frente significava, irremediavelmente, uma vitória.
Mas hoje, as palavras do poeta me fizeram refletir. "A vida é para nós o que concebemos dela. Para o rústico cujo campo lhe é tudo, esse campo é um império. Para o César cujo império lhe ainda é pouco, esse império é um campo. O pobre possui um império; o grande possui um campo. Na verdade, não possuímos mais que as nossas próprias sensações; nelas, pois, que não no que elas vêem, temos que fundamentar a realidade da nossa vida".
Fernando Pessoa

domingo, 22 de febrero de 2009

A vida criada (lembrando a Brausen)

E o que é, senão, o carnaval? ...Representação que não tem nenhum tipo de divisâo entre espectadores e artistas. Todos concordam com a ação; todos se tornam participantes. Nem se contempla, nem se representa, mas vive-se. A "vida de cabeça para baixo"...
Esta é uma nova forma de relação entre os indivíduos que se opõem levemente às omnipotentes e diferenciadas relações da vida cotidiana.
REFLEXIÓN: E a toma de posse de Obama?... Vida real, criada, ou sátira carnavalesca?

jueves, 19 de febrero de 2009

Carnavaleando

Dicen los etnólogos que en el carnaval se encuentran vestigios de antiguas fiestas y culturas:
> Fiesta de invierno (saturnalia)
> Celebraciones dionisíacas griegas y romanas (bacanales)
> Fiestas andinas prehispánicas
> Culturas prehispánicas
Algunos autores consideran que para la sociedad rural, fuertemente estructurada por el cristianismo, el tiempo de «carnestolendas» ofrecía mascarados rituales de raíz pagana y un lapso de permisividad que se oponía a la represión de la sexualidad y a la severa formalidad litúrgica de la Cuaresma.

Algunos se visten un poco más, otros se quitan las ropas que sobran en el torrente de calor y energía. Pero nadie es el mismo. Todos quieren ser un otro durante cuatro días.

(Paréntesis) en nuestras vidas.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Con boli bic, en servilleta de café americano

"Echaba de menos las tardes de lluvia que tanto cansan cuando insisten en hacer presencia notoria durante varios días.
A mi lado, el treintañero solitario, con su cabeza raspada y sus evidencias de las tardes de buena vida en sus abdominales llama insistentemente al que quiere encontrar. Quien llama insistentemente no es un solitario. Quien llama insistentemente es el que, en lugar de aprovechar lo que tiene en sus manos, ansía lo que vendrá, y proyecta futuros, y hace nacer expectativas persecutoras, que son como sombras de lo que no es.
Yo tampoco soy hoy una alegre solitaria... El teléfono, ostentoso, me mira.
¿Me gustaría la presencia o me gustaría saberme incluída en el deseo del otro? Pienso en su toque, su compañía y me preocupo por las proyecciones tal vez irreales que hago sobre su cuerpo, su vida, su cabeza".

El café se llena. Fuera sigue lloviendo. Y muchos caminan sin paraguas.

São Paulo, 15 de febrero de 2009.

domingo, 15 de febrero de 2009

Memorias

La lluvia de São Paulo me remitió a las profesiones de calle, sin techo, a la intemperie. Entonces el poeta apareció en mi cabeza. Me acordé de aquel libro de título tentador.

> Modo de utilización: Léase con calma. Cada frase por separado. Saboree las palabras.

"Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuán poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodíaco".
Memoria de Mis Putas Tristes. Gabriel García Márquez.

sábado, 14 de febrero de 2009

Porque es 14 de febrero... te amo.


La primera asociación entre el amor romántico y el Día de San Valentín se encuentra en el Parlement of Foules (1382) del poeta inglés Geoffrey Chaucer (1343-1400):

Porque esto fue el día de san Valentín,
cuando cada ave vino aquí a elegir su pareja.

Chaucer escribió este poema en honor al primer aniversario del compromiso entre el rey Ricardo II de Inglaterra con Ana de Bohemia.

Y ahora... Despiértate joven, que llegas atrasado a la cena con la que se cree enamorada (y antes tienes que pasar a comprar umas flores y una caja de bombones). Porque es el Día de San Valentín y así te lo indica el calendario.


Socialismos

Las dicotomías de un mundo que ya no es tan claramente liderado por el suelo y fronteras en las que reside Obama no son pocas.
Desde hace algunos años, la prensa mundial se ha visto amenazada por la distribución de unos periódicos gratuitos que recuerdan a aquel que Julio César hizo colocar en el foro romano y al cual denominó como acta diurna, en el siglo I antes de nuestra era.
Información gratis. Información socialista.
Pero la sociedad y sus costumbres son las que dictan moda, o comportamientos.
Mientra en Europa reparten los periódicos en las aceras, a los transeuntes que se dirijen a sus trabajos, en Brasil los repartidores sortean los obstáculos de los coches y rezan para que el semáforo tarde un poco más en ponerse en verde.

martes, 10 de febrero de 2009

Ruellas (pequenas ruas)

"Viver nao dói, nossa dor não advém das coisas vividas, mas das coisas sonhadas que não se realizaram. A dor é inevitável, mas o sofrimento é opcional". Reflexões de cardápio.

Ruella foi inspirador. Aquela rua pequenininha na grande urbe faz lembrar outras cidades ligadas a séculos antigos de amor e descobertas.

Música. Vinho do país de Umberto Eco. Desenhos caseiros na toalha.

Reflexão: Realizando sonhos.
Reflexão II: O sofrimento e sua possibilidade intrinseca de escolha...

viernes, 6 de febrero de 2009

Onironautas y parestesia

A veces soñamos despiertos. El sueño supone para el ser humano un pasaje a mundos no relacionados directamente con la realidad. Últimamente, todos los días sueño.

lunes, 26 de enero de 2009

Favela

En São Paulo crean un bar y lo bautizan como Favela (la imagen de la pobreza por antonomasia)... Cuelgan ropas viejas del techo, lo contextualizan, lo disfrazan, lo ambientan...
Y al fondo, en la pantalla de plasma, el reportero, con semblante serio, anuncia los despidos en masa de las multinacionales.

domingo, 25 de enero de 2009

Lluvia

Lluvia de verano a un lado del Atlántico. Lluvia de invierno al otro...
Le dicen a la niña, para darle una explicación plausible del fenómeno meteorológico:
- ¿Sabes por qué llueve? LLueve porque los ángeles están haciendo pis en el cielo.
La niña mira hacia arriba, pensativa. Con la preocupación del que se sabe engañado, susurra:
- Mi madre me dijo que llueve porque dios está regando las plantas...