sábado, 28 de marzo de 2009

Deseos

"El rey Midas creció obsesionado por las riquezas. Por ello, cuando Dionisio (Baco) le ofreció un deseo por haber ayudado a Sileno, su compañero sátiro y borracho, Midas pidió que todo lo que tocase se convirtiese en oro.
Todo fue bien hasta que sintió hambre. Cuando le llevaron comida, ésta también se convirtió en oro...".

En épocas de crisis, el valor de las cosas se relativiza, o, mejor dicho, se revaloriza. Pero comenta el filósofo-economista que el oro no es riqueza, que riqueza es el trigo... Nos deja pensativos.

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