viernes, 21 de marzo de 2008

Estación de autobuses

Pascua. A estas alturas del campeonato, hablar de Semana Santa en Brasil sería una tomadura de pelo. Un viernes sin trabajo, que me perdonen los santos, pero no puede ser apodado de Semana Santa. Nos quedamos con Pascua, "y santas pascuas", pues.
Visito Curitiba.
Las estaciones de autobuses de Brasil tienen la curiosa característica de hacer a su vez de pasatiempos, descubrí anoche. Que no tienes nada que hacer en domingo por la tarde, pues te coges el metro hasta Barra Funda y tan ancho, te acomodas en tu metro cuadrado de baldosa, y, ala!, a leer nombres de ciudades.
En un país nuevo, pienso yo, es lógico, todo tiene que ser inventado.
Desde los nombres propios (impronunciables en ocasiones, por ello le dedicaremos un capítulo especial al tema) hasta los topónimos.

Una curiosidad: parece que el sufijo griego -polis arraigó con fuerza en la tradición brasileña. Ay... Aquella polis griega, centro generador de ideas e instituciones.

Fernandópolis, Paraisópolis, Florianópolis, Prudentópolis, Petrópolis, Pirenópolis, Teserópolis (to be continued).

1 comentario:

  1. un pokito tempranillo en el exilio a las 7.51 AM non raparigha? miña amigha do brasil

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