Centrémonos en lo diferente, ¿por qué no?...
Existe una práctica paulista y bogotana que encierra en sí la magnitud de ciudad que se va de las manos por momentos: Rodizio en São Paulo, Pico y Placa en Bogotá.
Cada día de la semana, en horario punta (unas horas por la mañana temprano y otras por la tarde, en horario crítico para el que se dispone a volver a casa), hay determinados números que coinciden con el dígito final de las matrículas de los coches que tienen prohibida la circulación. Por ejemplo, lunes, 0, 1 y 2; martes, 3, 4 y 5... El incumplimiento acarrea multa, que nadie se crea más listo que el resto.
Como los números finales son limitados (0-9), no hay forma humana de "escabullirse" de la norma.
Absténganse los expertinhos.
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