miércoles, 26 de septiembre de 2007

Rodizio, pico y placa...

Parece que lo diferente es lo válido. No busco caer en prejuicios, pero en realidad soy europea. ¿Quieren que me ponga un cartel en la frente? No hace falta, he de admitir.
Centrémonos en lo diferente, ¿por qué no?...
Existe una práctica paulista y bogotana que encierra en sí la magnitud de ciudad que se va de las manos por momentos: Rodizio en São Paulo, Pico y Placa en Bogotá.
Cada día de la semana, en horario punta (unas horas por la mañana temprano y otras por la tarde, en horario crítico para el que se dispone a volver a casa), hay determinados números que coinciden con el dígito final de las matrículas de los coches que tienen prohibida la circulación. Por ejemplo, lunes, 0, 1 y 2; martes, 3, 4 y 5... El incumplimiento acarrea multa, que nadie se crea más listo que el resto.
Como los números finales son limitados (0-9), no hay forma humana de "escabullirse" de la norma.
Absténganse los expertinhos.

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