lunes, 10 de septiembre de 2007

No todo lo que es oro brilla. Remedio chino e infalible.

Título sin explicación. Me hizo pensar en "las que están lejos". Curioso.
Hoy pensé en profesiones. Vamos a hacer una analogía.
Existe por estas latitudes una peculiar profesión, no por ello ingrata... ¡Faltaría más! Hablamos del cobrador del autobús. Además del extremamente necesario conductor, existe una figura que pasa sus horas sentado en su sillón acolchado, en la mitad del autobús. Cobra, valida las tarjetas de los que ya han entrado en la tercera edad, observa, bosteza, coloca los pies en donde le cuadra, busca el billete de dos reales con la serie premiada en el programa de televisión, saca la mano por la ventanilla cumpliendo su misión de intermitente, indica las paradas a los que ni saben a dónde van, duerme.
En Japón existe el empujador de metro. Para esa misión, al menos, un master.
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