jueves, 12 de junio de 2008

Las abejas

Hoy me desperté con el recurrente pensamiento de aquel fragmento de La Colmena que, además de hogar de abejas, es una obra maestra.
Tengo que compartirlo... Al final, ¿qué son los bancos callejeros sino un colectivo de visiones particulares del mundo? Una antología de todos los sinsabores y casi todas las dichas...


“Los bancos callejeros son como una antología de todos los sinsabores y casi todas las dichas: el viejo que descansa su asma, el cura que lee su breviario, el mendigo que se despioja, el albañil que almuerza mano a mano con su mujer, el tísico que se fatiga, el loco de enormes ojos soñadores, el músico callejero que apoya su cornetín sobre las rodillas, cada uno con su pequeñito o grande afán, van dejando sobre las tablas del banco ese aroma cansado de las carnes que no llegan a entender del todo el misterio de la circulación de la sangre. Y la muchacha que reposa las consecuencias de aquel hondo quejido, y la señora que lee un largo novelón de amor, y la ciega que espera que pasen las horas, y la pequeña mecanógrafa que devora su bocadillo de butifarra y pan de tercera, y la cancerosa que aguanta su dolor, y la tonta de boca entreabierta y dulce babita colgando, y la vendedora de baratijas que apoya la bandeja sobre el regazo, y la niña que lo que más le gusta es ver cómo mean los hombres…”

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