viernes, 2 de mayo de 2008

De pies y Picassos


"Pies deformes, que pueden contar una historia, semejantes a los mapas con montes, valles, ríos y caminos"... Alguien se puede haber sorprendido por manos, por cuellos, por pies también.
A mí me gustó el nombre de la madre de forma particular. Domenica Torquato me recuerda a leyenda de mujer vigorosa y nariguda, dueña de su casa, de su monedero y de cada uno de sus metros cuadrados.
Y en las paredes del MASP creí ver a Picasso. Y me transporté al Reina Sofía, y al Madrid frío de las mañanas de invierno enmarcadas en Atocha, y a finales del siglo XIX, y a las clases de historia del arte, y a un Guernica de imágenes grotescas de una guerra que sólo ellos conocieron... Pero el pintor español sólo había sido la inspiración de aquellos retratos también llenos de lágrimas duras como piedras.
Alguien con Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Crispín Crispiniano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso como nombre encierra la autenticidad en sí mismo.
Desde la seguridad de la exclusividad, que vivan las miles de réplicas de los puestos de chinos en la Paulista.

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